Aproximándose por la LZ 30, la antigua capital de la isla, Teguise es fácil de encontrar. En 1852 Teguise tuvo que renunciar a su título con un corazón pesado a Arrecife. Sin embargo Teguise es una pequeña ciudad con mucho encanto , ambiente, calles sinuosas y edificios históricos. El aparcamiento es fácil.
Uno debe visitar definitivamente Teguise dos veces: una vez durante la semana cuando Teguise muestra su lado tranquilo y contemplativo, y un domingo cuando la ciudad cobra vida. Extravagantes mercados de fin de semana atraen a las multitudes. Vendedores de mercado y artesanos presentan sus mercancías – regatear es el orden del día para kitsch, basura y artesanías.
Láncese a sí mismo en la lucha a ser inspirado por la vitalidad y el espíritu de la ciudad. El mercado cierra a las 2 pm, pero mantenga los ojos abiertos cuando pasee por los carriles de Teguise. En ciertos patios traseros hay música en vivo.
Desde los años 90, la sala de la iglesia del antiguo monasterio «Convento de Santo Domingo» es un lugar para exposiciones de arte, la entrada es gratuita. La Plaza de la Constitución tiene varias atracciones, construida en el siglo XV, la iglesia de estilo gótico «San Miguel» es llamativa y es uno de los edificios religiosos más antiguos de las Islas Canarias.Lamentablemente, las puertas a la parte interior de la iglesia, Donde la estatua de la Virgen de Guadalupe están cerradas a la mayoría de los visitantes.
Frente a la iglesia se encuentra el Palacio Spínola del siglo XVIII que ahora alberga un museo spinola. Spinola es un instrumento parecido a una guitarra que se toca en las Islas Canarias, teniendo sus orígenes en Teguise. Incluso si no estás interesado en la historia o métodos de construcción de la spinola, el Palacio vale la pena una visita. El hermoso patio y los interiores son un buen ejemplo de la arquitectura canaria del siglo XVIII. A la izquierda del Palacio se encuentra «La Cilla», una pequeña casa. En este antiguo edificio de diezmos, los agricultores tenían que dar una parte de su cosecha de granos como impuestos. ¿Cómo apropiado que hoy un banco ahora ocupa este edificio histórico.
Pasee por los callejones sinuosos y descubra una gran variedad de sorpresas: talleres donde se producen artesanías antiguas, galerías con interesantes obras de arte y presentaciones, cafés acogedores con patios pequeños y hermosos y pubs terrosos. Junto al antiguo teatro de Teguise se encuentra el restaurado «Palacio Marqués de Herrera y Rojas», ahora sede del Restaurante «Palacio del Marqués».
Saliendo de la ciudad hacia Haría esta el «Castillo Santa Bárbara». Seguir la senda señalizada y subir la colina, o conducir en la comodidad de su coche. Las vistas sobre Teguise son fantásticas. En el pasado el Castillo sirvió como puesto de observación para los Lanzaroteños. Los ataques de los piratas se podían ver fácilmente y se advertía a la población. Curiosamente este edificio histórico es ahora un museo pirata.
En las afueras de Teguise es lo que parece un cementerio de mascotas. Las obras han sido creadas a partir de juguetes viejos rotos, maniquíes y otros artículos de basura. Museo Mara Mao «es un gabinete de curiosidades extravagantes y locas, bueno que los gustos difieren y el arte sigue siendo una cuestión de gusto.
Repartido entre las calles, avenidas, tiendas y restaurante se encuentra el mercadillo más grande y más conocido de Lanzarote, el mercadillo de Teguise, tiene lugar todos los domingos de 9 de la mañana a 2 de la tarde en la antigua capital de Lanzarote, La Villa de Teguise.
Haría fue expuesto a menudo a las invasiones y a los ataques piratas a lo largo de su historia. El más devastador fue en 1586, casi todas las palmeras fueron quemadas. Los edificios neoclásicos de la Plaza de la Constitución datan del siglo XIX, cuando sería temporalmente la sede de una asamblea constituyente. Especialmente en la década de 1950, cuando durante el franquismo muchos habitantes trasladaron su patria en Haría hacia América del Sur. Hasta el día de hoy algunas de las casas están vacías.